domingo, 26 de abril de 2009

In cultura

Cultura ¿In o out ? Suponemos que in . Se acerca el momento --está más cerca de lo que muchos piensan-- de saber si Córdoba puede asentarse como ciudad cultural. Ser referentes. Más allá de la capitalidad. No sé en qué piensan, o tal vez sí, los políticos respecto a este tema. Córdoba, a día de hoy, no puede ser una ciudad industrial propiamente dicha, tampoco puede vivir del turismo, aunque parezca lo contrario, ni de la sumergida economía joyera. Solución: la industria cultural. Crear un tejido cultural: asentar una base cultural; todo ello nos lleva a la matriz: formación cultural. ¿Y qué es formar culturalmente a la gente? No, formar culturalmente a la gente no es el Festival Internacional de la Guitarra, ni Cosmopoética ni Eutopía ni la Noche Blanca del Flamenco. No. No nos engañemos.

Formar culturalmente es crear un programa didáctico desde la base, para que luego todos los festivales culturales que se realicen tengan su sensu , su razón de ser. No puedo jugar al fútbol sin saber sus reglas y sin el balón. Está claro. No puedo dilapidar dinero en grandes eventos para un público que no sabe realmente qué está consumiendo. Debe existir un trabajo de base, en colegios e institutos, y crear una red cultural del mismo modo que se crean redes sociales: retroalimentación. Volver a la política de talleres, talleres que duren lo mismo que un curso escolar. Es entonces cuando, poco a poco, se podrá crear el espacio cultural que requiere la ciudad. Será entonces cuando se cree ese tejido sostenible del que tanto se habla y tan poco se hace por él.

No sé en qué estarán pensando nuestros políticos, o tal vez sí. Pero es el momento de diseñar una estrategia educativa para poder desarrollar un programa, una red, una industria cultural, cuyo germen existe pero que necesita echar raíces. Homogeneizar los intereses de la ciudad, la torpeza política va en detrimento de los intereses de Córdoba ¿Dónde está el hueco del teatro y la narrativa en esta ciudad? Se observan pequeños avances como la resurrección de la Filmoteca de Andalucía, gracias a la ideas y a la capacidad de gestión de Pablo García Casado . Es el ejemplo a seguir. Hay que retomar aquellos talleres de la Casa del Ciprés y extrapolarlos a otras materias como narrativa, teatro, cine y música, ya sea por parte de los organismos locales, municipales o autonómicos. Y sin mirar siglas de partidos ni intereses personales. La medalla se la debe colgar Córdoba, que a nadie se le olvide, los demás somos meros instrumentos.

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