Pobre cerdo

¡Alerta! El virus AH1N1 se aproxima a la base 6. No, no es la promoción de la nueva entrega de la saga de Star Trek. Se trata de una cochinada. Sí, tal como leen. Lo engordamos, lo matamos y nos lo comemos. Encima, ahora, queremos culparlo de una pandemia vírica.

En fin, que el que nace lechón muere cochino. Ya lo sabíamos. Es algo que está en boga. Pero lo que no podíamos imaginar es que ahora nuestro querido residente en lonchas de York, que suele frecuentar nuestro frigorífico, es el causante de que una nueva cepa de gripe nos ponga en cuarentena. Sí, cosas de la influenza, parece ser que el rosado cuadrúpedo quiere vengarse de tanto sacrificio en pos de nuestra alimentación. Oímos, en estos tiempos, que el virus muta y contagia a los humanos, al más puro estilo X-Men.

Tengo la ligera impresión de que este virus mutó hace tiempo y son más de los que creen los infectados por tan peligroso virus, pero no teman, pues a no ser que tengan contacto directo con algún manito (infectado) del otrora "México querido", o usted trabaje entre cerdos ( que es posible) en alguna granja, y coincida que ese cerdo (que pudiera darse el caso) haya tenido compañeros de granja procedentes de terreno mejicano, a no ser que se den alguno de esos factores, difícilmente ha podido contraer la tan famosa influenza. Imagino que ahora mismo cualquier síntoma de tos, o moqueo tendrá asustado al personal.

Que nadie tema. Es tiempo de alergia y es lógico que los estornudos y demás síntomas mucolíticos formen parte de nuestras vidas durante este periodo estacional.

Eso sí, tenga cuidado con lo que lea, escuche o vea por televisión. Suele ocurrir que no todo lo que dicen es veraz, de hecho, mueren al año más personas en el mundo por la gripe común que por esta rosada influenza. No es un dato tranquilizador, pero sí significativo. Incluso he leído por ahí que esto de la gripe porcina es un invento yanqui para desplazar el turismo de las playas mexicanas a las estadounidenses. Ya no saben qué inventar. Estas noticias suelen venir acompañadas con una gran carga de rumorología, a gusto del consumidor, las tenemos de todo tipo. Echen un vistazo por internet y se sorprenderán.

Lo único que me mosquea de todo esto es que el hombre lleva siglos alimentando, engordando y matando cerdos para subsistir y no me extrañaría que sea el mismo hombre, el ser humano que ha contagiado a este divino animal la tan famosa gripe que llena telediarios y periódicos desde hace un mes. En fin. ¡Porca miseria!